martes, 6 de julio de 2010

SOLO TENGO 17 AÑOS.

El día de mi muerte era tan común como cualquier otro día de mis estudios escolares, valía mas que como de costumbre me hubiera ido en autobús, aunque me chocaba por lento; recuerdo la larga mentira que le conté a mama para que me prestara su automovil; entre los muchos ruegos y suplicas, dije que todos mis amigos manejaban y que consideraría como un favor especial si me lo prestaba.

Cuando sonó la campana de las 2:50 de la tarde para salir de clase, tire los libros del estante, por que estaría libre hasta el otro día a las 8:40 de la mañana; corrí eufórico al estacionamiento recoger el carro, solo pensando en que lo iba a manejar a mi libre antojo.

¿ Como sucedió el accidente ?, eso no importa; iba corriendo con exceso de velocidad, me sentía libre y gozoso, disfrutando correr el auto.

Lo ultimo que recuerdo es que rebase una señora ya anciana y de la cual me desespero su lenta manera de manejar; oí el ruido ensordecedor del choque y un estruendoso sacudimiento; volaron fierros y pedazos de vidrio por todas partes; sentía que mi cuerpo se volteaba al revés y escuche mi propio grito.

De repente desperté; todo muy quieto, un policía parado casi arriba de mi; también vi a un doctor; y mi cuerpo todo destrozado y ensangrentado con pedazos de vidrio encajados por todas partes; cosa rara, no sentía ningún dolor.

" Epa le no me cubran la cabeza con la sabana, no estoy muerto, solo tengo 17 años; además hoy tengo una cita en la noche, todavía tengo que crecer y vivir una vida encantadora; además no puedo estar muerto ".

Después me metieron a una gaveta, mis padres tuvieron que venir a identificar me; lo que me apenaba que me vieran así des quebrajado, y luego ver los ojos de mi mama cuando tuvo que enfrentarse a la mas terrible experiencia de su vida, y papa de repente envejeció cuando le dijo al encargado del anfiteatro " si ese es mi hijo ".

El funeral fue una experiencia macabra, vi a mis parientes y amigos acercarse a la caja mortuoria; pasaron con los ojos entristecidos como nunca llegue a ver; algunas de mis amigas me tocaban las manos y sollozaban al alejarse.

¡ Por favor; que alguien me despierte ! saquen me de aquí, no aguanto ver a mi papa y mama tan inconsolables, mis abuelos tan afligidos que apenas pueden andar, mis hermanos y hermanas parecen zombies, se mueven como si fueran robots; todos como si estuvieran en trance, nadie quiere creerlo, ni yo mismo.

Por favor no me pongan en esa fosa

Te prometo dios mio, que si me das otra oportunidad seré con todo el mundo el mas cuidadoso para manejar; solo quiero una oportunidad mas.

¡ Por favor; dios mio, solo tengo 17 años !.


Anónimo.